22 marzo 2008

Una noche solitaria.

Solo me encuentro... solo en mis pensamientos... veo a lo lejos sombras... sombras de mis recuerdos... de mis añoranzas... de mis miedos... conjuntándose una a una como los lados de un prisma, que al unisono forman un solo color... tan majestuoso brillo... tan brillante como el oro... tan puro como el aire, pero tan falso como un espejismo... La sombra de la añoranza que me atormenta, me consume, me mata.

Solo me quedo...

Y en las agonías de mi soledad, volteo la cara al cielo, lleno de vergüenza, lleno de temor e indignación, preguntando si existe algún rencor ancestral, si lo que hice fue tan catastral, o acaso fue sin moral... que no merezco ni un poco de felicidad.

Siempre lo he visto, los ciclos transcurren y yo sigo estático, viendo como gente va y viene, recordándome noche a noche mis errores, mis malas costumbres, mi amor...

Que no merezco un poco de felicidad??? que esta mal tener bondad??? o simplemente para tener lo que se quiere en este mundo se necesita robar, ultrajar, menospreciar, humillar, ofender y hasta lujuria obtener...

Todo eso que para mi son defectos, en esta sociedad corroída lo ven mas como virtudes pasadas de generación en generación.

Y en añoranzas pasadas solo a mis oídos llegaron vagos recuerdos, donde los actos tenían un sustento, donde las virtudes eran las merecidas, donde nada era lo que es ahora... y en esencia me llegan en forma de palabras, en forma de sabores, así como el prisma, formando multicolores: valor, honor, justicia, sabiduría, lealtad, compasión, respeto, y yo agregaría uno mas... amor.

Todos tenemos tiempos para reivindicarnos, para estar en paz con nosotros mismos, para sentirnos alegres, para estar felices, para celebrar, y así como están esos tiempos, también hay tiempos de rabia, de miedo, de rencor, de menos precio... todos ellos reflejos de la amargura de un corazón, del sin sabor de la conciencia, y de la ira e ironía creada... ocasionados solo por... la soledad que es mi eterna compañía.

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